Yo había estado de turista en Túnez hacía unos años, así que creía que conocía el país. JA. JA. JA. Túnez turista: playas para guiris, montones de ruinas, medinas plagadas de vendedores que gritan "¡más barato que el Carrefour!", hoteles con bufetes infinitos y unos cuantos lugares de postal en los que el guía te dice donde hacer la foto.
Pero hay otro Túnez. Un Túnez donde la gente tiene que ir a coger agua a los pozos, pero no duda en ofrecer toda la que necesiten unos pobres diablos blancos que no hablan ni palabra de árabe. Un Túnez de interminables carreteras flanqueadas de olivos, cereales o de nada en absoluto. Un Túnez donde todo el que chapurrea algo de francés está encantado de hablar contigo de lo que sea, y, por supuesto, felicitarte por el Mundial. Un Túnez en el no hay amanecer sin llamada a la oración, ni visita a una casa sin su té a la menta.
Me gustaría ser más objetivo respecto al viaje, pero ahora mismo sólo tengo buenos recuerdos. Porque viajar es perseguir horizontes, pero un viaje no son sólo lugares, sino, sobretodo, personas...¡un abrazo muy fuerte a todas y todos!
